domingo, 11 de noviembre de 2012

Núcleo urbano de Navasfrías


Su fundación y desarrollo

La cesión del Lugar de Navas Frías a la Orden del Perero y Alcántara en 1219 “Haciéndole entonces el Rey merced del Lugar de Navas Frías, concejo de Sabugal”, hace que se dé inicio a la creación de un núcleo urbano próximo al río Águeda, habitado en un principio exclusivamente por personas al servicio de dicha Orden; el cual iría creciendo muy lentamente hasta  convertirse en esta Villa, cuyo nombre sería el de su propio lugar, considerando el término lugar, como referencia al paraje o dehesa de Navasfrías.
También en esta época, se  inicia la construcción de un templo bajo la advocación de San Juan, reconocido como posesión de la Orden por Gregorio IX en 1235.
Estos acontecimientos cambiarían el modo de vida de las personas diseminadas en pequeños asentamientos en los terrenos comprendidos dentro de esta dicha dehesa, pasando de libres en sus decisiones y actos, a prestar servicios como pastores, cabreros y vaqueros, dependientes todos de la orden militar y reagrupados en este pequeño núcleo; contabilizándose aún en el censo del partido de Alcántara, de 1571, un total de diez vecinos.
La convivencia de estas personas en un mismo núcleo urbano, bajo la tutela de la Orden Militar y al mismo tiempo religiosa, hace que sus vidas giren en torno a la iglesia parroquial: bautizos, confirmaciones, comuniones, matrimonios y defunciones, aparte de otras celebraciones religiosas.
Hasta final del siglo XVII no tenemos casi datos personales sobre los vecinos de Navasfrías,  a excepción de alguna referencia en las Crónicas de la Orden de Alcántara sobre alguno de ellos. Es a partir del último tercio de este siglo, cuando podemos poner nombres y apellidos, tanto a los naturales de esta Villa, como a los que llegaron de otras partes para fijar su residencia como vecinos de Ella.
Muchas son las causas que frenaron el crecimiento de la villa de Navasfrías durante los primeros siglos de pertenencia a la orden militar del Perero y Alcántara: En principio, la cercanía a la transierra extremeña, frente de batallas en la reconquista en aquella zona y época. Más tarde, por su pertenencia al concejo de Sabugal, lugar de luchas constantes entre los reyes del Reino de León y Portugal; estando continuamente en peligro sus habitantes por las continuas incursiones portuguesas en este concejo, hasta conseguir su inclusión dentro del reino portugués; fijando la frontera entre los pueblos de Foios, Aldeia do Bispo, Lageosa da Raia y Navasfrías. Estas luchas continuarían en la frontera extremeña también en el siglo XIX, con la participación de otras potencias como Francia e Inglaterra, estando en uno u otro bando según los intereses.
Pero la causa principal, fue la posesión exclusiva de la llamada dehesa de Navasfrías por la orden militar, utilizando estos terrenos los comendadores para la cría de ganados propios, valiéndose   de un reducido grupo de personas para estos trabajos. La falta de tierras de cultivo propias, como en toda Extremadura, sería la razón principal del poco arraigo de  los vecinos, convirtiéndose estos, más adelante, en arrendatarios de la orden, con grandes pagos por los arrendamientos y unas condiciones nada favorables. Esto, unido al peligro de la frontera, haría que el crecimiento de la población fuese muy reducido prácticamente hasta la desamortización y subasta de estas tierras, adquiridas por pequeños propietarios.
Los primeros nacimientos y bautizos conocidos, son registrados en los libros parroquiales en 1685 por Francisco Alonso, fiel de fechos y escribano del ayuntamiento de la Villa, y rubricados por frai Thomás Gutiérrez, vicario de esta parroquia. Estas partidas bautismales, son copia de las que iban siendo anotadas en años anteriores, en un folio, por otros frailes, como frai Alonso de Amedo y Vega, al no disponer de libros para poder llevar a cabo estos registros. Este folio, fue hallado dentro de un cántaro por frai Thomás a su llegada a la villa de Navasfrías.
El primer nacimiento y bautizo registrado, es el de Juan Cortes, hijo de Juan Cortes y de María Morena, su mujer. Fueron padrinos Antonio González de Paredes y María de la Paz y Vega, su mujer; estando presentes como testigos, Juan Picado, Matheo Martín y Domingo Valiente, residentes en esta Villa; oficiando la ceremonia frai Alonso de Amedo y Vega, el día tres de Agosto de 1670, y asentado en el libro de bautismos el día 12/01/1685, firmado por frai Thomás Gutiérrez.
Este mismo fraile es el que comienza firmando las partidas de difuntos y matrimonios en 1684, dando comienzo ya, en libros, a la inscripción de  las primeras partidas que se conservan.
El hallazgo de partidas de bautismo de1670 en un folio, y el comienzo de todas las anotaciones en libros, en las mismas fechas, 1684-1685, nos da base para creer que toda la documentación anterior de la iglesia, desapareció durante los años de la guerra de secesión. Esta guerra asolo la frontera durante 28 años, desde 1640 a 1668, marcando un periodo de oscurantismo para esta villa y los pueblos fronterizos de la provincia de Extremadura, sometidos a la destrucción y la rapiña. Los ataques por parte de los portugueses, a los pueblos fronterizos, siguen con más o menos intensidad durante el siglo XVIII, siendo el ataque más directo conocido sobre la iglesia parroquial, que sufre también todo el pueblo de Navasfrías por parte de los portugueses, el que se lleva a cabo en el saqueo del mes de Agosto de 1762, con evidentes signos en los libros existentes.
La aparición de las mismas personas, casi siempre, en las ceremonias religiosas de bautismos y matrimonios, nos da idea de lo reducido del grupo que habitaba en aquella época en la Villa tras la larga guerra en la frontera, y de la buena relación existente entre ellos, conviviendo personas de uno y otro lado.
Desde 1670 a 1677, la cantidad de nacimientos habidos en Navasfrías, son muy pocos, aproximadamente uno por año, incrementándose este porcentaje a partir de 1678.



                                          Carretera Aldeia do Bispo, Navasfrías.    Jalama


Nacimientos, Navasfrías 1671 - 1680

Félix Picado, hijo de Juan Picado y de Isabel Cano, su mujer. Bautizado el 09/01/1671. Padrinos: Antonio González de Paredes y María de la Paz y Vega. Testigos: Matheo Ramos, Juan Cortes Y Pedro Picado.

Juana Martín, hija de Domingo Martín y de María Riquelxa, su mujer. Bautizada el 21/09/1672. Padrinos: Antonio González de Paredes y María de la Paz y Vega. Testigos: Matheo Ramos y Juan Picado.

Sebastián Martín Picado, hijo de Pedro Martín y de María Picada, su mujer. Bautizado el01/07/1673.Padrinos: Antonio González de Paredes y María de la Paz y Vega.

María, hija de Juan González y de María Martín, su mujer, portugueses asistentes en esta Villa. Bautizada el 15/09/1674. Padrinos: Antonio González de Paredes y María de la Paz Vega.

Juan, hijo de Domingo Martín Valiente y de María Pascuala, su mujer. Bautizada el 28/04/1675. Padrino: Juan López Palos.

María, hija de Domingo Andrés y de Isabel Francisca, portugueses. Bautizada el 23/09/1677. Padrino: Juan Picado.

Francisco, hijo de Domingo Martín y de María Pascuala, su mujer. Bautizado el 20/02/1678.Padrino:

Ana, hija de Alonso García y de Cathalina Hernández, su mujer. Bautizada el 23/03/1678. Padrino: Pedro Hernández moço (mozo), vecino de San Martín de Trevejo.

Juan, hijo de Juan Picado y de Isabel Cano, su mujer. Bautizado el 20/02/1678. Padrino: Blas Lozano, vecino de San Martín de Trevejo.

Juan, hijo de Juan González y de María González, su mujer, naturales del Reino de Portugal. Bautizado el 06/11/1678. Padrino: Domingo González, vecino de Valverde.

Juan, hijo de Domingo Andrés y de Isabel Francisca, su mujer, naturales del Reino de Portugal. Bautizado el 01/01/1679. Padrino: Juan Picado.

Juan, hijo de Antonio Andrés y de María Lorenza, su mujer, portugueses, vecinos de esta Villa. Bautizado el 02/01/1680. Padrinos: Domingo Martín y Ana Martín, su mujer, vecinos de Aldeia do Bispo, Reino de Portugal.

María, hija de Juan Picado y de Isabel Cano, su mujer, vecinos de esta villa. Bautizada el 30/07/1680. Padrino:

María, hija de Antonio Juan y de María, su mujer. Bautizada el 02/10/1680. Padrinos: Francisco Lozano y Miguela, su mujer.

Francisco, hijo de Alonso Prieto y de Ana Hernández, su mujer vecinos de esta villa. Nació  02/11/1680. Padrinos: Juan López y María Gómez, su mujer.

Cathalina, hija de Juan Prieto Santiago y de Cathalina Martín, su mujer. Nació 15/11/1680. Padrinos: Juan Martín y su mujer, vecinos de esta villa.

Matrimonios, Navasfrías 1684 - 1690

En 22 de Noviembre de 1684, contrajeron matrimonio Juan Morales, hijo de Juan Morales y de María González, vecinos de la villa de Payo, y María Picada, hija de Pedro Martín y de María Picada, vecinos de esta villa de Navasfrías. Fueron testigos: Francisco Morales y su mujer, vecinos de Payo.

En 18 de Febrero de 1685, contrajeron matrimonio Manuel Etexeda, vecino de la villa de Valverde, y Isabel Correa viuda de Antonio Carballo y vecina de esta villa. Fueron testigos: Pedro Martín, Domingo Martín y Juan Picado, vecinos de esta villa.

En 20 de Noviembre de 1685, contrajeron matrimonio Manuel González, vecino de esta villa y viudo de Ana Martín, y María Vicenta, viuda de Juan Fernández y vecina de Aldea Vella en el reino de Portugal, obispado de Lamego. Fueron testigos Juan Cortes viejo y Francisco Juan Gago, vecinos de esta villa.

En 31 de Agosto de 1687, contrajeron matrimonio, Antonio Gonzáles, portugués, hijo de Francisco Gonzáles y de Catalina Martín vecinos de esta villa, y Ana Gómes, hija de Bernardo Gómes y de Isabel Benito, vecinos de esta villa. Fueron testigos: Juan Lópes, Juan Picado y Pedro Martín.

En 21 de Septiembre de 1687, contrajeron matrimonio, Francisco Bernal hijo de Juan Sánchez Bernal y de María López, difuntos, vecinos que fueron de la villa de Abadía, y María Pascuala, hija de Domingo Martín Valiente y de María Pascuala, vecinos de esta villa. Fueron testigos: Juan Cortes, Antonio Andrés y Juan González.

En 03 de Febrero de 1688, contrajeron matrimonio, Antonio Lorenzo y Ana Lorenzo, hija de Antonio Andrés y de María Lorenza, vecinos de esta villa de Navasfrías. Fueron testigos: Pedro Martín, Fernando González y Domingo Martín, vecinos de esta villa.

En diez y siete de Mayo de1688, contrajeron matrimonio, Antonio Fernando González, vecino de esta villa, y María Antúnez, hija de Antonio Antúnez y María Francisca,  estos, vecinos de esta villa. Fueron testigos: Diego Pérez y Alonso Prieto, vecinos de esta villa.

En 06 días del mes de Junio de 1689, siendo testigos José Alonso de Anaya, Pedro Martín, Alonso Prieto, todos vecinos de esta villa, contrajeron matrimonio, Andrés Blanco vecino de la Puebla de Azaba, y María Pascual, vecina de esta villa.

En 27 de Diciembre de 1689, contrajeron matrimonio, Domingo Na…? y Anna Hernández, vecinos de esta villa. Fueron testigos: Domingo Martín Valiente, Alonso Prieto y Manuel Sánchez.

En 09 de Julio del año 1690, contrajeron matrimonio, Juan Bernardo y Catalina Martín, vecinos de esta villa. Fueron testigos: Antonio Martín y Alonso Prieto.

En 17 de Septiembre de 1690, contrajeron matrimonio, Pedro Núñes y Pascua Gomes, vecinos de esta villa. Fueron testigos: Juan Lópes y Antonio Andrés, vecinos de esta villa.

Defunciones, Navasfrías 1684 - 1690

En catorce de Junio de 1684, murió Juan Martín, cabrero. Enterrole el Lic. Francisco Lorenzo Dijeronle cien misas por su alma.

Las abarcas desiertas (Fragmento)

Nunca tuve zapatos,
Ni trajes ni palabras:
Siempre tuve regatos,
Siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
Me lamio el cuerpo el río,
Y del pie a la cabeza
Pasto fui del rocío.

Miguel Hernández.

En diecisiete de Julio 1684, murió Catalina Morañas, mujer de Juan Martín, vecina de esta villa. Hizo testamento. Hizose novena, cabo de año y dijeronle cuarenta y ocho misas por su alma.

En dieciocho de Octubre de 1684, murió Ana Martín, mujer de Manuel González, vecina de esta villa. No testo. Hizose novena y cabo de año, dijeronle veintidós misas por su alma.

En diez días del mes de Octubre de 1685, murió Isabel Francisca, mujer de Domingo Andrés. No testo. Hizose novena y cabo de año y día de entierro y no más.

En diecinueve de noviembre de 1685, murió Antonio Juan Gago, vecino de esta villa.

En veintisiete de septiembre de 1687, murió Cathalina Martín, mujer de Domingo Martín.

En siete de Diciembre de 1687, murió Juan Picado, vecino de esta villa.

En veintiocho de Enero de 1688, murió María Benítez, mujer de Diego.

En cuatro de Febrero del año 1689, murió Juan Bernal, vecino de esta villa.

En catorce de marzo de 1689, se enterró dentro de la iglesia parroquial, un párvulo, hijo de Fernando Sánchez, vecino de esta villa.

En 20 de Septiembre de 1689, se enterró a Anna Hernández, mujer de Alonso Prieto vecino de esta villa; fue enterrada dentro de la iglesia parroquial.

En 25 de Septiembre de 1689, se enterró a Juan, hijo de Antonio Antúnez y su mujer, natural de RenÇo y vecinos de esta villa. Fue enterrado dentro de la parroquial de esta villa.

En 06 de Noviembre de 1690, murió Domingo Martín, vecino de esta villa; fue enterrado dentro de la iglesia parroquial.

En 27 de Noviembre de 1690, murió Isabel, párvula, hija de Domingo Gonsálbes y de María Gonsálbes vecinos de esta villa; fue enterrada dentro de la iglesia de la villa.

                                         
                                         Navasfrías-2000



Antes de la guerra de secesión, en 1631, esta población llega a albergar 86 vecinos, unos 316 habitantes, todos pecheros, arrendatarios de la Orden de Alcántara. En este mismo tiempo, aproximadamente, las casas que empezaron construyéndose inicialmente en las cercanías del río Águeda, al comienzo de la formación de este núcleo urbano en 1219, debido a aumentar en número por las necesidades de los vecinos, se van poco a poco alejando del rio para aproximarse a la explanada donde está situada la iglesia, consiguiendo  rodear su edificio.
El crecimiento de esta población, como todos los pueblos de la frontera extremeña, a partir de 1640, y en un periodo de tiempo de 28 años, sufren una bajada espectacular en el censo de sus poblaciones, pasando el total de habitantes de la provincia de Extremadura, de 426392 censados en 1631 a 280000 al finalizar la guerra; no siendo hasta 1803, cuando Extremadura llega a igualar los habitantes censados antes de la contienda, con una población de 428493 habitantes. Los ataques portugueses a los pueblos más cercanos de la frontera, se producen prontamente, saqueando y destruyendo las pertenencias y las personas, logrando en algunos casos el abandono de los pueblos por sus habitantes. Navasfrías y Valverde del Fresno, otro de los pueblos del partido de Alcántara muy próximo a la frontera y a la villa navasfrieña, padecieron estos ataques con gran virulencia, en el caso de Valverde con una disminución de la población del 66% en estos años, pasando de 600 habitantes a poco más de 200 en el año 1674, los cuales según Francisco Marcos, escribano, unos han matado, otros se han muerto y otros se han ido de la villa para el reino de Andalucía. El  caso de Navasfrías, aunque no hay datos exactos fue aún peor, pasando los últimos años de la contienda prácticamente abandonado.  
Después de 1668, las pocas personas que en un principio componen esta población al termino de los sucesos ocurridos en la frontera durante esos 28 años de guerra, van aumentando su número, llegando a estar formado el casco urbano en 1753, por 65 casas, ocupadas por 49 vecinos (185habitantes) y sus ganados. Todos estos datos anteriores, y los largos años transcurridos para su parcial recuperación, nos dan idea del abandono de la villa y el lastimoso estado de esta durante los largos años de la contienda en la frontera, hasta ir recuperando poco a poco los habitantes y las construcciones existentes, anteriormente, en el censo de la Sal. Después de esta pequeña recuperación producida hasta 1753, la construcción de viviendas casi llega a multiplicase por tres en los 97 años siguientes, alcanzando la cifra de 180 en 1850, y cuadruplicándose aproximadamente el número de vecinos, alcanzando los190 (820 habitantes) en estas mismas fechas.
La aplicación del Real Decreto del 28 de Abril de 1793, por el cual se mandaban repartir todos los terrenos incultos de la provincia y se declaraban de pasto y labor todas las dehesas, da un nuevo impulso al crecimiento de esta villa, esto debido en buena parte a la labor realizada por Don Vicente Paíno y Hurtado, ya fallecido, en los planteamientos llevados a cabo en los largos años del pleito planteado en la defensa de Extremadura contra la Mesta, y de la apremiante necesidad, expuesta por Él, del reparto de tierras,para el arraigo de los vecinos en sus respectivos pueblos. Este y otros planteamientos, y la acuciante necesidad de liquidez de los gobiernos absolutistas, por estar sus arcas vacías a causa de las guerras, hicieron necesaria la desamortización y subasta de los terrenos acumulados por las órdenes militares, los señoríos y la Iglesia, en los largos años que obtuvieron el beneficio de las monarquías castellano leonesas. Así, este aumento en los habitantes de la villa, sigue un ritmo ascendente con la adquisición de las tierras del término por parte de los vecinos, aumentando la construcción de viviendas, además de en el núcleo urbano, en todo el término, proliferando las casas de campo por todas partes, llegando a construir grupos de viviendas tan alejadas de la villa, que necesitarían, más adelante, de la construcción de una escuela para poder atender a la escolarización de los niños, dada la cantidad  que allí vivían.
Con el arraigo que se produce por la compra de terrenos por parte de los vecinos, se genera un efecto llamada en otros pueblos, sobre todo en los del concejo de Sabugal, aunque también de otras partes de Portugal, así como del partido de Alcántara y Ciudad Rodrigo, aumentando la población durante la segunda mitad del siglo XIX hasta alcanzar en el año 1900, 1459 habitantes. Esta progresión seguiría durante el siglo XX, a pesar de la gran cantidad de personas que abandonaron el pueblo para incorporarse a los grupos que desde otras partes de España, partieron desde sus puertos hacia la republica argentina. A pesar de estas salidas, sigue aumentando la población por la gran cantidad de nacimientos habidos durante estos años, siendo el año 1944 uno de los de mayor número, con 72 nacimientos. Esto hace que en el año 1950, sean censados 2159 habitantes en Navasfrías; aunque el número de residentes seria manifiestamente superior, debido al reclamo ejercido por las explotaciones mineras, y a la gran cantidad de agentes de la guardia civil destinados a salvaguardar la frontera del flujo de contrabando de uno y otro lado.      
          

domingo, 20 de mayo de 2012

GENTES DE NAVASFRÍAS



Registros parroquiales.

Con los datos que hoy día se pueden consultar en los registros parroquiales, podemos formarnos una idea real de los flujos migratorios que fueron formando este pueblo a partir del siglo XVII, con  nombres y apellidos, así como el origen de las personas que se desplazaron de otras partes para fijar su residencia en esta pequeña villa, perteneciente a la Orden de Alcántara, objeto más tarde de desamortización, llevada a cabo, entre otros, en todos los territorios de las ordenes militares, y que traería consigo la llegada de más personas, logrando un incremento importante en los vecinos de Navasfrías.
Estos clérigos que a continuación se detallan, fueron los que, día a día, dieron fe de los nacimientos, matrimonios y defunciones acaecidas en esta villa desde 1675; siendo en buena parte, hasta el final del primer tercio del siglo XIX, pertenecientes al clero regular, provenientes de monasterios relativamente cercanos, como el de San Martín de Trevejo, al que pertenecían la mayor parte de ellos, y otros, a los de Hoyos y Gata, un poco más alejados. El resto de clérigos, son seculares, pertenecientes a la diócesis de Ciudad Rodrigo; aunque también prestaron servicios en esta parroquia, algunos de la diócesis de Coria-Cáceres y portugueses.
Estos libros, también pueden servir para hacer una valoración de nacimientos y defunciones, en este último caso, para poder determinar la mortalidad infantil en las diferentes partes del año y ver su evolución en los meses más calurosos, en los que esta se acrecentaba; así como en épocas de pandemias.
En los libros de difuntos, también queda reflejado, en algunos casos, las últimas voluntades en forma de testamento espiritual, que a veces va más allá, siendo un verdadero testamento civil recogido en presencia del escribano del ayuntamiento o del fiel de fechos; certificando otras veces, en estas partidas, la falta de recursos de las personas fallecidas que no pueden  testar por ser pobres de solemnidad.

 

Clérigos que desde el último cuarto del siglo XVII, hasta el final de la década de los sesenta, del siglo XX, oficiaron alguna ceremonia en Navasfrías, llevando a cabo la inscripción en los Libros sacramentales.

Frai   Alonso de Amedo. Lector de teología jubilado, Or Smª Trinidad, redención de cautivos.
Frai   Antonio de Extrada. Orden Smª Trinidad y vicario de la villa de Navasfrías.
Don   Francisco Alonso López del Manzano. Beneficiado de la villa de Payo de Villar de Flores.
Fray  Pedro Maíllo. Predicador conventual San Martín de Trevejo. Rlgsº de Ntrº Padre San Frcº.
Fray  Joan de Fuente. Predicador.
Lic     Francisco Lorenzo. Cura de la villa de Navasfrías.
Fray  Thomás Gutiérrez. Vicario de la parroquia de Navasfrías.
Don   Pedro Baxo Arroyo. Vicario de la parroquia de Navasfrías.
Fray  Joan Sánchez Vandera. Vicario de la parroquia de Navasfrías
Lic    Joan de Fonseca.
Lic    Juan de Llanos. Cura beneficiado de Alberguería de Argañan.
Don  Juan Moreno Bicente.
Lic    Antonio Prieto de Herrera.
Don  Joachim de Amaral.
Don   Francisco García Carrasco. Beneficiado rector y cura propio de Casillas de Flores.
Don   Antonio de Cáceres Periancol.
Don   Juan Antonio Panto.
Fray  Miguel de Santiago. Convento de Nuestra Srª de Monte Celi. Gata.
Lic    Manuel Gómez. Convento San Marthiño.
Don  Pedro Clemente Bravo y Jabato. Cura propio de la parroquia de Navasfrías.
Lic    Francisco Gay de Carballo.
Fray  Joseph Hernández. Morador del convento de San Martín de Trevejo.
Don   Lorenzo Sánchez Parra. Beneficiado rector de la parroquia de Navasfrías.
Fray  Juan Calleja.
Fray  Manuel García de Pedrosa. Beneficiado rector de la villa de Navasfrías.
Don  Pedro Rodríguez Abbad. Beneficiado de la villa de Payo.
Lic    Francisco Gómez. Cura interino de la villa de Navasfrías.
Don  Juan Conijera. Beneficiado rector de la villa de Payo.
Don  Francisco Gómez Bazo. Beneficiado rector de la villa de Fuenteguinaldo.
Fray  Manuel Pérez.
Don  Valerio Blanco Herrejón. Beneficiado rector de Villamiel.
Don  Francisco Juan Bentura. Vicario de la parroquia de Navasfrías.
Lic    Francisco Corral y Galán. Vicario de la parroquia de Navasfrías. 
Don  Juan Antonio de Dios. Vicario de la parroquia de Navasfrías.
Fray  Pedro Hernández Toribio. Rlgsº del Convtº de San Frcº extramuros, San Martín de Trevejo.
Fray  Juan Alonso. Convento extramuros de San Martín de Trevejo.
Don   Andrés Cepa. Beneficiado rector del lugar de Manzano y sus anejos.
Don   Esteban Martín Moreno. Vicario de la parroquia de Navasfrías.
Don   Gerónimo de Alonso. Beneficiado rector de la parroquia de Navasfrías.
Fray   Alonso Juan Salamanca.
Don   Pedro Relioz.
Don   Matheo Evaristo Sierra. Beneficiado rector de la parroquia de Payo.
Fray   Andrés Duran Franco. Predicador y morador del convento de San Martín de Trevejo.
Fray   Francisco Martín Guardado. Rlgsº orante de Ntrº. Padre San Frcº de San Martín de Trevejo.
Fray   Bernardo de los Dolores y Brozas. Religioso descalzo.
Fray   Cristóbal Pérez. Religioso del convento de San Martín de Trevejo.
Fray   Lorenzo Picado. Religioso del convento de San Martín de Trevejo.
Don    Juan Donato Ramos. Celebrante por comisión del párroco.
Fray   Domingo de Santa María.
Fray   Pedro Estévez.
Fray   Antonio Téllez. Religioso de Ntrº Padre San Frcº, ecónomo teniente de la villa de Navasfrías.
Fray   Josef Peña. Religioso de Ntrº Padre San Frcº, cura teniente de la villa de Navasfrías.
Don    Francisco González Salguera. Párroco de Aldeia do Bispo.
Don    Fernando Antonio Quadrado y Quijano. Cura teniente de Navasfrías.
Fray   Rafael de San Antonio y Brozas.
Fray   Josef Martín. Religioso observante de Ntrº Padre San Frcº, cura teniente de Navasfrías.
Fray   Nicolás Criado. Cura teniente de la parroquial de Navasfrías.
Don    Francisco Severo Amado.
Don    Agustín Ángel de Obregón. Cura teniente de la Villa de Cilleros.
Don    Josef de Oca y Melo. Beneficiado rector de la parroquia de Navasfrías.
Don    Juan Manso. Natural y vecino de la villa de Valverde del Fresno.
Fray   Gregorio de Villanueva de la Serena. Religioso descalzo del convento de Hoyos.
Fray   Antonio López. Religioso observante y teniente ecónomo de Navasfrías.
Fray   Felipe Gil Guillen. Religioso observante de San Francisco.
Don    Gregorio Donoso. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don    Rafael Díaz. Beneficiado rector de la parroquia de San Martín de Trevejo.
Fray   Manuel Ramos. Religioso descalzo de la orden de Ntrº Sr. San Francisco.
Fray   Manuel de la Concepción y Navasfrías. Religioso descalzo del convento de Hoyos.
Fray   Pedro de Brozas.
Don    Andrés Morales. Cura propio de la parroquia de Navasfrías.
Don    Fernando Pérez Moreno.
Fray   Juan Centeno. Religioso descalzo de San Frcº, del convento de Ntrª Srª de los Ángeles.
Fray   Francisco Sánchez. Religioso Observante y visitador en el convento de S. Martín de Trevejo.
Fray   Miguel Gordo. Religioso observante en el convento de S. Martín de Trevejo.
Fray   Francisco de Montijo.
Fray   Joaquín Hernández Borrego. Teniente cura de Navasfrías.
Don    Alonso Morientes Guardabrayo. Cura secular natural de la villa de Cilleros.
Don    Francisco Piñero.
Fray   Lorenzo Miguel Rodero.
Don   Joaquín Matheu. Cura párroco de Navasfrías.
Don   Francisco Berrio. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Bernardo Josef de la Cruz. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Antonio Cirilo Moran. Cura párroco de Navasfrías.
Fray   Matheu Roma. Religioso observante de Ntrº Padre San Francisco.
Fray   Domingo Carretero. Religioso observante de Ntrº Padre San Francisco.
Don   Miguel Rodríguez Rico.
Fray   Pedro Panto. Religioso observante de Ntrº Padre San Francisco.
Fray   Francisco Bayle. Religioso observante de Ntrº Padre San Francisco.
Fray   Juan de la Abirtura. Religioso descalzo de San Frcº Ntrº Sr. de Monte Celi del Hoyo, Gata.
Fray   Josef de Gata. Misionero jubilado.
Don    Pedro Domínguez. Cura ecónomo de Navasfrías.
Fray   Román Sánchez. Religioso observante de Ntrº Padre San Francisco.
Fray   Melchor Bravo. Religioso observante del convento extramuros de San Martín de Trevejo.
Fray   Francisco del Guijo. Religioso descalzo del convento de Hoyos.
Don    Andrés Domínguez. Clérigo de San Pedro.
Fray   Clemente Gómez.
Don   Juan Piñero.
Don   Antonio Pan y Agua. Teniente cura de Navasfrías.
Don   Juan Obregón. Teniente cura de Navasfrías.
Don   Miguel Lanchares. Teniente cura de Navasfrías.
Don   Anacleto Prieto. Teniente cura de Navasfrías.
Don   Diego Redondo. Teniente cura de Navasfrías.
Don   José Sánchez. Cura rector de Aldeia do Bispo.
Don   José Aquilino Sánchez. Beneficiado rector de la villa de Payo.
Don   Pedro Ladero. Cura ecónomo de la villa de Navasfrías.
Don   Miguel García Delgado. Cura párroco de Navasfrías.
Don   Francisco Galache. Beneficiado rector de la villa de Navasfrías.
Don   Vicente Martín Casado. Beneficiado rector de Navasfrías.
Don   Román Martín.
Don   Vicente Galache. Cura párroco de la Erguijuela.
Fray  Joaquín Martín Bueno. Cura ecónomo de la villa de Navasfrías.
Don   Antonio Frade Bascones.
Don   Ricardo de Corral. Beneficiado de Casillas y ecónomo de Navasfrías.
Don   Vicente Costoso. Rector y cura propio de Navasfrías.
Don   Juan Magdalena. Cura encargado de la parroquia de Navasfrías.
Don   Juan Castro Alonso. Ecónomo de la iglesia de San Juan de Navasfrías.
Don   Lucas Pedraza Hernández. Cura propio de Navasfrías.
Don   Ramón Guzmán. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   José Martín Tabares. Coadjutor de la villa de Navasfrías.
Don   Cristóbal Gómez. Teniente cura de Navasfrías.
Don   Bernabé García. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Cándido Sousa. Párroco de la villa de Navasfrías.
Don   Frutos González y Martín. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Bonifacio Cabezas García.
Don   Juan Pascual Moreno López. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Luciano Gonzalo Moreno. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Ramón Moreno. Cura párroco de Payo.
Don   Jerónimo Silva. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Vicente García. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Víctor Herrero Jato. Cura párroco de Navasfrías.
Don   Manuel Herrero. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Gervasio Julián Martín. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Santiago Vallejo. Coadjutor de la parroquial de Navasfrías.
Don   Justo Baile López. Párroco de la villa de Peñaparda.
Don   Lorenzo Martín. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Faustino Paz Moro. Cura coadjutor de Navasfrías.
Don   Francisco Moro. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Víctor C Acosta. Teniente párroco de Navasfrías.
Don   José Benito Pérez. Coadjutor de la iglesia de San Juan de Navasfrías.
Don   Cándido García Rodríguez. Regente de la iglesia de Navasfrías.
Don   Matías García Miguel. Párroco de Navasfrías.
Don   Lorenzo Villaverde, Párroco de Casillas de Flores.
Don   Heliodoro Bogaz. Coadjutor y encargado de la parroquia de Navasfrías.
Don   Juan José Encinas. Cura ecónomo de Navasfrías.
Don   Ricardo Cambronero. Cura párroco de Navasfrías.
Don   Julián Mateos. Cura párroco de Navasfrías.
Don   Juan Luis Robles. Cura párroco de Navasfrías.

En esta larga lista, nos encontramos un fraile llamado Manuel de la Concepción y Navasfrías, perteneciente al convento de Hoyos, con toda seguridad nacido en esta Villa, tal como su nombre indica.

En las partidas de defunción, existen algunas que son verdaderos documentos de últimas voluntades, en las que se detalla la parte de bienes cedidos a la iglesia en beneficio de la salvación de su alma, por misas, novenas etc…, y los que corresponden a sus familiares, con el reparto a cada uno; así como el lugar exacto donde desean ser enterrados, y  como debe desarrollarse la ceremonia.

Testamento de Don Manuel García de Pedrosa, tal como aparece en la partida de defunción

“En la villa de Navasfrías a veintisiete días del mes de Octubre de 1746, falleció Don Manuel García de Pedrosa, Beneficiado que fue de la Iglesia Parroquial de esta Villa, habiendo recibido los Santos Sacramentos da Penitencia, Eucharistia por modo de Viatico, y Extremaunción; hizo testamento por el cual mando que su cuerpo fuese sepultado en la Iglesia Parroquial de esta dicha Villa en la Capilla maior, vajo de una losa que hay en ella al lado del Evangelio, y que el día de su entierro, si fuese hora competente se le dijese misa cantada de cuerpo presente con oficio de nueve lecciones con asistencia de ocho sacerdotes, y que todos ocho Sacerdotes dijesen misa por su alma, y lo mismo, y con la misma asistencia mando se la hiciese el día de honrras, y cavo de año, y que el día de su entierro se hiciesen con su cuerpo tres posos desde casa a la Iglesia, y se le cantasen los tres responsos acostumbrados.= Ítem mando se le hiciese la novena en forma que se  acostumbra, y que el día que se cumpla su novenario se masasen dos fanegas de pan, y se repartiesen entre los pobres del lugar= Ítem mando se ofrendasen un año todas las fiestas del, a pan, vino y cera, como se acostumbra, y que los días de entre semana de dicho año se le pusiese luz de cera en la sepultura, y se le dijese un responso rezado= Ítem mando se le dijese una misa al Ángel de su Guarda, y otra al Santo de su nombre, más otras tres misas en esta Villa, dos en los dos altares de la Iglesia, y otra en el del Santo Christo, otra al Espíritu Santo, otra a Nuestra Señora de la Peña de Francia, otra al Christo de la Barca, otra en el altar de las reliquias en la Capilla del Marques en Ciudad Rodrigo, otra a Nuestra Señora del Brezo, otra al Christo de las Heras, y cuatro a San Antonio de Padua= Mas fue su voluntad se dijesen cuatro misas por el ánima de su Madre, y demás difuntos de su obligación, y otras cuatro por penitencias mal cumplidas, y catorce misas de descargos= Ítem mando a su hermano Don Mathías García los Breviarios, y hábitos largos, y los libros de estudio que tenia. Ítem a su hermano Antonio García el vestido negro ajustado que tenia, y cien reales en dinero. Ítem a su hermana María una cama de ropa. Ítem a Ana Martín su ama que ha sido, un chozón que tiene en esta Villa con su corral= Ítem declaro ser su voluntad se distribuyesen en sufragios por su alma hasta mil reales en los que se incluyen los que van expresados, y lo que quedase, después de pagadas las limosnas de los sufragios que están referidos, se distribuyan en misas comunes= Ítem declaro ser su voluntad mandar, y mando la casa en que vivía con su caballeriza, y huerto que tiene en esta Villa, y la avía comprado a Don Leonardo Blanco vezino de ella, y linda con el corral de dicho Don Leonardo, y por la parte del huerto linda con la calle concejil que va en derechura a la puerta de la Iglesia, al Beneficio Curado de la Iglesia Parroquial de esta Villa para que vivan en ella el Beneficiado, y Beneficiados Curados que en adelante sean de esta dicha Villa, con la carga anual de ocho misas rezadas que han de aplicar por su alma, y obligaciones en cada un año de los venideros, y ser así mismo obligados dichos Beneficiados a los reparos maiores, y menores que tenga, y que si con esta carga no la quisiesen gozar fue su voluntad se arrendase, y se traiga el arriendo para las benditas animas: y en el remanente de sus bienes dejo por sus universales, y únicos herederos a su hermano Francisco García, y a su cuñada Josepha Baños, todo lo cual paso ante mí el infrascripto Beneficiado de la Villa de Payo, y consta de su original al que me remito, que otorgo ante escribano, y testigos Don Miguel Tacón, Don Leonardo Blanco, Jacinto Guerrero, Fernando Pérez, y Manuel Martín Manso, todos vecinos de esta Villa, y por verdad lo firme dicho día, mes y año  ut supra”.
Firmado: Don Pedro Rodríguez Abbad.

Este documento, pone de manifiesto tres cosas, una, la existencia de una ermita dedicada al Santo Cristo, en el año 1746 (mas otras tres misas en esta Villa, dos en los dos altares de la Iglesia, y otra en el del Santo Cristo), sin que haya ninguna otra referencia anterior a un altar externo a la iglesia, exceptuando la ermita de San Sebastián en 1499; aunque las misas ofrecidas  al Santo Cristo de la Villa vienen siendo oficiadas desde 1734, con lo cual, todo parece indicar que las tasaciones de 1739, contabilizadas en los libramientos efectuados por el juzgado de Iglesias, partido de Alcántara, hechas por Francisco Campo, maestro alarife, y Joaquín Amaral, carpintero, serian de dicha Ermita, dada la devoción mostrada por los vecinos a este Cristo. Dos, que los terrenos donde hoy día está situada la casa parroquial, son los mismos donde hasta 1953, estaba  la casa de Don Manuel García de Pedrosa, que había sido comprada por El, a Don Leonardo Blanco, vecino de Navasfrías; siendo el último ocupante de esta casa, el poeta Don Matías García Miguel, cura párroco de Navasfrías. Después de ser habitada por Don Matías y cuando debido a su ancianidad y sin su consentimiento lo llevaron a Fuenteguinaldo, se derribo, construyendo en el mismo solar, la actual casa parroquial. Y tres, reafirma que la puerta de cantería, actualmente tapiada, mencionada por los visitadores de la Orden de Alcántara en 1499, era la que en esta época, y desde entonces, aún se utilizaba como puerta principal de la Iglesia. (y por la parte del huerto linda con la calle concejil que va en derechura a la puerta de la Iglesia)
Don Manuel García de Pedrosa, ejerció como beneficiado de la villa desde 1738.
La casa de Don Leonardo Blanco y de Dñª Thomasa Marín, su mujer ( y linda con el corral de dicho Don Bernardo), es la misma que actualmente ocupa una descendiente de los Acosta-Montero (Mocho).
La dedicación de una parte importante de los bienes del difunto, en misas, novenas, cera etc.etc., ofrecidas a los diferentes santos de su devoción para conseguir su intercesión en la salvación de su alma, es un procedimiento habitual a la hora de testar, en una época, donde el poder absolutista de los reyes, incluso algunos ilustrados creen que, emana directamente de Dios, lo que se traduce en una posición muy influyente de la Iglesia en todos los ámbitos de la vida de estos súbditos que viven muy de cerca sus mandatos.
Los derechos parroquiales cobrados por los beneficiados en esta época, debido a que no siempre los precios son los mismos, hace que el obispo Don Pedro Gómez de la Torre, en una visita pastoral al pueblo de Navasfrías, en 1750, fije los precios que deben ser cobrados en esta parroquia.

“Y respecto de la confusión y variedad, que hay en punto de los derechos parroquiales, mandó su Ilustrísima que en adelante se observe el método siguiente.
Por cada oficio de tres lecciones, siendo cantado, tres reales de vellón.
Por oficio de seis lecciones, cantado, seis reales.
Por oficio de nueve lecciones, también cantado, nueve reales.
Al sacristán, por cada un oficio de tres lecciones, un real de vellón, y excediendo de tres se le dará respectivo.
Y si el beneficiado rezare el oficio, se le dé un real de vellón menos, en cada un nocturno, u oficio.
Por cada misa cantada de entierro, honrras, o cavo de año, se le den cuatro reales de vellón.
Y por cualquiera de estas, tres reales de vellón, siendo rezada.
Por la ofrenda de cada oficio de tres lecciones, un pan de dos libras de trigo, un cuartillo de vino, y una cerilla.
Por oficio de seis lecciones, dos panes de dos libras, dos cuartillos de vino, y dos cerillas.
Por oficio de nueve lecciones, tres panes de dos libras, tres cuartillos de vino, y tres cerillas.
Por cada responso, que se canta, de casa del difunto a la iglesia un real de vellón.
En cada misa de la novena se llevara de ofrenda dos libras de pan, un cuartillo de vino, y una cerilla. Y por los dos responsos que se dicen cada uno de los nueve días, que se llaman acompañar la cera, uno en la iglesia y otro en la puerta del difunto un real cada día.
Y por tocar la campana a muerto en los tres días de entierro, honrras, y cabo de año tres reales de vellón.
Por la ofrenda del año, un pan de una libra, medio cuartillo de vino y una cerilla.
Por un entierro de un párvulo, cantar la misa, y hacerle el oficio de Ángel, e irle a buscar a casa, nueve reales de vellón, y uno por la ofrenda; y un real al sacristán.
Y si el oficio, y entierro de Ángel, fuese sin misa se descontaran cuatro reales. Y a este arancel mando su Ilustrísima, se arreglen los Beneficiados para percibir sus derechos; y para que llegue a noticia de todos, lo publicara el Beneficiado, al tiempo de la misa mayor para que venga a noticia de todos, que en visita así lo proveyó, mandó y firmó de que doy fe.

Pedro, Obispo de Ciudad Rodrigo.                        Ante mí: Joséph Manuel Velarquez

Los testamentos de los vecinos de Navasfrías que reflejan sus últimas voluntades, sobre todo en el plano espiritual, algunas veces están hechos en los pueblos vecinos, debido a los desplazamientos que tienen que efectuar estas personas, en su vida cotidiana, por asuntos de trabajo, relaciones familiares etc. etc.; siendo sorprendidos por la muerte lejos de sus casas.
Otras veces, son los vecinos de los pueblos cercanos a Navasfrías, los que mueren de forma inesperada en esta Villa, siendo recogida su muerte y testamento, si lo hubiere, en las partidas de defunción.

“En la Villa de San Martín de Trevejo en los tres días del mes de Julio de este año de 1735, murió en ella Manuel Pérez maior en días, vecino de esta Villa de Navasfrías, recibió los santos sacramentos, hizo testamento ante Juan Piñero escribano del ayuntamiento de dicha Villa de San Martín. Y por el dispuso se distribuyesen por su alma ciento cincuenta reales de vellón, de los cuales llevase así el Párroco de esta Villa como el de la citada de San Martín lo que a cada uno tocase, y que si moría en la Villa de San Martín fuese su cuerpo sepultado en la parroquial de Ella y donde no en la de Esta Villa.   Para setenta y cinco reales que aquí tocaron los distribuí en la manera siguiente.
Un oficio de tres lecciones con misa cantada, seis reales.
De la asistencia del cura de Aldeia do Bispo con misa, cuatro reales.
De nueve misas de la novena acostumbrada, de la ofrenda de estas misas y oficio que todo esto es doble, así pan como vino y cera, veinte nueve reales, y de acompañar a los del duelo los nueve días y por rezarle cada día a la puerta del difunto dos responsos, diez y siete reales.
Y los ocho reales y medio que van de exceso, se me pagaron por los herederos, y aunque levanta la ofrenda es porque cada pan de dos libras vale un real, también mando que además de los ciento y cincuenta reales, se le diga una misa rezada al santo de su nombre. Otra al Ángel de su Guarda. Otra a las benditas ánimas del purgatorio. Otra a Nuestra Señora del Rosario de esta Villa. Otra al Santo Cristo de Ella, una por el ánima de su padre y otra por la de su madre. Por penitencias mal cumplida y cargos inciertos que tuviese, mandó se le digan tres misas rezadas, y por verdad lo firmé en esta Villa de Navasfrías en dicho día, mes y año, ut supra”.

Juan Antonio de Dios.

A veces, no solamente los clérigos, sino otras personas de la Villa, en sus testamentos, además de las misas, oficios y el nombre de sus herederos, dejan detallado exactamente el lugar donde desean ser enterrados dentro de la Iglesia.

“En la villa de Navasfrías a veinte y nueve días del mes de Agosto de mil setecientos cuarenta y siete falleció Cathalina Hernández vecina de esta Villa habiendo recibido los Santos Sacramentos de la Penitencia, Eucaristía por modo de Viatico, y Extremaunción; hizo testamento por el cual mando que su cuerpo fuese enterrado en la Iglesia parroquial de esta Villa en el primer arco fuera de la capilla maior junto al colateral de Nuestra Señora y que el día de su entierro se le dijese misa cantada de cuerpo presente con oficio de tres lecciones y asistencia del cura teniente y dos religiosos del convento de San Martín de Trevejo= Item mando se la hiciesen el oficio de honrras, y el de cavo de año de tres lecciones y misa cantada, y que el día del entierro se hiciesen con su cuerpo los tres posos, y se la cantasen los tres responsos acostumbrados= Item que se la hiciese la novena acostumbrada y se la ofrendase un año a la sepultura a pan, vino y cera, como se acostumbra= Item mando se la dijese una misa al Ángel de su Guarda, y otra al Santo de su nombre, otra a Nuestra Srª del Rosario de esta Iglesia, otra al Cristo del Humilladero, otra al Cristo de la Barca, otra a Nuestra Señora de Francia, otra a San Miguel Arcángel, otra a Nuestra Señora de Nieva, otra a Nuestra Señora del Carmen, y todas fue su voluntad se pudiesen decir en esta Iglesia, otra en el altar de las reliquias en la capilla del Marques en Ciudad Rodrigo en su altar= Item mando se le dijesen diez misas por descargos, y penitencias mal cumplidas, Item cuatro misas por el ánima de su marido y demás difuntos de su obligación= Item mando se la dijesen treinta y seis misas comunes, y que a las obras pías se le diese lo acostumbrado, y que se masasen dos fanegas de pan para los pobres. Nombro por sus testamentarios a su hijo Manuel Pérez y a su yerno Fernando González vecinos de esta Villa, y por herederos a dicho su hijo Manuel Pérez, a su hija María Pérez, y a su hija Cathalina Pérez: todo lo cual consta de su testamento a que me remito, y para que conste lo firmo en dicho día, mes y año”.

Don Pedro Rodríguez Abbad

Estas partidas, son fiel reflejo en la forma de proceder, no solamente de estos, sino de todos los vecinos de la Villa que disponen de bienes a la hora de su muerte, quedando sin testar, solamente aquellos que fallecen inesperadamente y los que padecen enfermedades que le impiden expresarse; aunque los familiares, son los que se ocupan, en estos casos, de encargarle al Beneficiado las honras y demás oficios y misas que debe aplicar por su alma. Solamente algunas personas pobres de solemnidad, quedan sin testar expresamente.
La cantidad de encargos en los testamentos, por parte de los vecinos, para sus honras fúnebres, hace que esto se trasforme en una importante fuente de ingresos para la Iglesia, llegando a darse el caso que algunos vecinos dejan cuanto tienen a las parroquias, incluidas fincas y casas. En el caso de la parroquia de Navasfrías, como algunos vecinos son naturales de pueblos portugueses, esta llega a tener bienes dentro de Portugal, donados por estos, en sus testamentos, al Beneficiado para que aplique misas por su alma. Estos bienes donados, en algunos casos, son fruto de una vida de privaciones y sacrificios, acumulados expresamente para este fin.
Parte de estas donaciones, son recaudadas periódicamente por el convento de la Santísima Trinidad, Redención de Cautivos, de Ciudad Rodrigo, siendo los comisarios de este convento, los que se encargan de pasar a cobrar la parte que les corresponde de cada testamento, quedando  constancia de su cobro en los libros sacramentales.

Redención de Cautivos
Quedan cobrados todos los testamentos pertenecientes al Convento de la Santísima Trinidad de Ciudad Rodrigo para el santo empleo de rescatar cautivos; y para que conste lo firmo en 21 de Febrero de 1737.
Fray Gerónimo Rodríguez – Procurador de la Orden.

Casa Santa
Quedan cobrados todos los testamentos y a bien testados que ha habido, pertenecientes a la casa Santa de Jerusalén hasta hoy día de la fecha, y lo firmé Navasfrías y Enero 12 de 1745.
Fray Simón Ximénez – Comisario.

XXº P.